Las manifestaciones se han concentrado en el centro de Bucarest, la capital rumana, para protestar contra el gobierno al que acusan de "Gobierno de ladrones" Entre gritos de "Gobierno de ladrones", "Dimisión" y "La diáspora está en casa porque le importa", los manifestantes, en su mayoría residentes en el extranjero, han pedido la dimisión del Gobierno del Partido Social Demócrata (PSD) por la corrupción y la carestía de la vida. Según la prensa local, la última manifestación realizada este fin de semana ha reunido entre 30.000 y 50.000 personas. El enfrentamiento, en el cual la Policía ha empleado gas lacrimógeno y los manifestantes han lanzado objetos contundentes como piedras o botellas, se ha desencadenado cuando algunos de los manifestantes intentaron superar el cordón policial que protegía la sede del Gobierno. Muchos rumanos residentes en países como Alemania, Francia, Italia y España se han desplazado a Bucarest para participar en la protesta, y visitar a la familia por las vacaciones estivales. También se celebraron protestas similares en ciudades como Cluj-Napoca, Timisoara, Sibiu e Iasi, entre otras. Alrededor de tres millones y medio de rumanos, de una población de 20 millones, trabajan actualmente en el extranjero y envían más de 4.000 millones de euros en remesas, según las autoridades.

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